-
En el instituto era un empollón y muy académico. Los fines de semana, en lugar de salir de fiesta, me encerraba en mi habitación a leer a Shakespeare. Me escondía de los chicos. No sabía lo que era un novio, aunque creo que quería uno.
En el instituto era un empollón y muy académico. Los fines de semana, en lugar de salir de fiesta, me encerraba en mi habitación a leer a Shakespeare. Me escondía de los chicos. No sabía lo que era un novio, aunque creo que quería uno.