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Llamaron a la puerta de nuestro vestuario. Nuestro mánager gritó: "¡Keith! ¡Ron! ¡La policía está aquí!' Oh, tío, entramos en pánico, tiramos todo por el retrete. Entonces la puerta se abrió y eran Stewart Copeland y Sting.
Llamaron a la puerta de nuestro vestuario. Nuestro mánager gritó: "¡Keith! ¡Ron! ¡La policía está aquí!' Oh, tío, entramos en pánico, tiramos todo por el retrete. Entonces la puerta se abrió y eran Stewart Copeland y Sting.