Recordemos que una buena parte del 47 por ciento que no paga impuestos sobre la renta son partidarios de Romney -especialmente, por supuesto, las personas mayores (que bien podrían "creer que tienen derecho a la asistencia sanitaria", una posición con la que Romney está de acuerdo), así como muchos estadounidenses de bajos ingresos (incluidos los hombres y mujeres que sirven en el ejército) que piensan que las políticas conservadoras son mejores para el país, incluso si no reciben una reducción de impuestos bajo el plan de Romney. Así que Romney parece despreciar no sólo a los demócratas que se le oponen, sino a decenas de millones de personas que tienen intención de votarle.