Los padres fundadores de Estados Unidos no pretendían eliminar la religión de la educación. Muchas de las mejores universidades de la nación fueron fundadas por evangelistas y líderes religiosos; pero muchas de ellas han perdido el concepto de los fundadores y se han convertido en instituciones laicas. Debido a esta actitud, la educación laica está dando tumbos y tambaleándose.