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Cada uno mira con su propio mundo de deseos, expectativas, pasiones, lujuria, codicia, ira. Hay mil y una cosas que se interponen entre tú y tu mundo; por eso nunca lo ves tal como es. Una vez que tu ojo está completamente limpio, limpio de todo el polvo, una vez que se convierte en un espejo puro, refleja lo que es. Y eso es la verdad y la verdad libera, pero tiene que ser la tuya propia. Mi verdad no puede liberarte, la verdad de Buda no puede liberarte. Sólo hay una posibilidad de liberación, que es tu propia verdad. Y todo lo que tienes que hacer es crear un ojo desapasionado.