-
Los poetas parecen escribir más fácilmente sobre el amor que los prosistas. Para empezar, poseen ese "yo" flexible .... Además, los poetas parecen capaces de convertir el mal amor -el amor egoísta y de mierda- en buena poesía amorosa. Los prosistas carecen de este poder de transformación admirable y deshonesto. Sólo podemos convertir el mal amor en prosa sobre el mal amor. Por eso sentimos envidia (y algo de desconfianza) cuando los poetas nos hablan de amor.