-
Las verdaderas fuentes de evidencia [son] la cabeza y el corazón de todo hombre racional y honesto. Es allí donde la naturaleza ha escrito sus leyes morales, y donde cada hombre puede leerlas por sí mismo.
Las verdaderas fuentes de evidencia [son] la cabeza y el corazón de todo hombre racional y honesto. Es allí donde la naturaleza ha escrito sus leyes morales, y donde cada hombre puede leerlas por sí mismo.