Se dice que la Constitución tiene bellos rasgos; pero cuando examino estos rasgos, Señor, me parecen horriblemente espantosos. Entre otras deformidades, tiene un horrible estrabismo, un estrabismo hacia la monarquía. ¿Y no despierta esto indignación en el pecho de todo verdadero americano? Su presidente puede convertirse fácilmente en rey. ¿Dónde están los controles en este gobierno? Preferiría infinitamente -y estoy seguro de que la mayoría de esta convención es de la misma opinión- tener un rey, lores y commons que un gobierno tan repleto de males tan insoportables.