-
Los hombres que se consideran nacidos para reinar, y otros para obedecer, pronto se vuelven insolentes; seleccionados del resto de la humanidad, sus mentes son envenenadas pronto por la importancia; y el mundo en el que actúan difiere tan materialmente del mundo en general, que tienen muy pocas oportunidades de conocer sus verdaderos intereses, y cuando suceden en el gobierno son frecuentemente los más ignorantes e incapaces de todos en los dominios.