Autores:
  • Así como una vez hice lo mismo al separarme de mis padres, no podía contentarme ahora, sino que debía abandonar la feliz perspectiva que tenía de ser un hombre rico y próspero en mi nueva plantación, sólo para perseguir un deseo imprudente e inmoderado de ascender más rápido de lo que la naturaleza de la cosa admitía; y así me arrojé de nuevo al más profundo abismo de la miseria humana en que jamás haya caído el hombre, o que tal vez pudiera ser compatible con la vida y el estado de salud en el mundo.

    Daniel Defoe (1998). “Robinson Crusoe”, p.27, Courier Corporation