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Con un poco de esfuerzo, la ortiga sería útil; si la descuidamos, se convierte en una plaga. Entonces la matamos. Cuántos hombres son como las ortigas Amigos míos, no existe la mala hierba ni el hombre malo. Sólo hay malos cultivadores.
Con un poco de esfuerzo, la ortiga sería útil; si la descuidamos, se convierte en una plaga. Entonces la matamos. Cuántos hombres son como las ortigas Amigos míos, no existe la mala hierba ni el hombre malo. Sólo hay malos cultivadores.