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Si no hay un amor apasionado por Cristo en el centro de todo, no haremos más que tintinear y tintinear en nuestro camino por el mundo, limitándonos a hacer ruido a nuestro paso.
Si no hay un amor apasionado por Cristo en el centro de todo, no haremos más que tintinear y tintinear en nuestro camino por el mundo, limitándonos a hacer ruido a nuestro paso.