Sabes, a veces pienso, ¿cómo se le va a ocurrir a alguien un libro, o una pintura, o una sinfonía, o una escultura que pueda competir con una gran ciudad? No se puede. Porque miras a tu alrededor y cada calle, cada bulevar, es su propia forma de arte especial y cuando piensas que en el universo frío, violento y sin sentido que París existe, estas luces. Vamos, en Júpiter o Neptuno no pasa nada, pero desde el espacio se ven estas luces, los cafés, la gente bebiendo y cantando. Por lo que sabemos, París es el punto más caliente del universo.