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Céntrate en tu matrimonio. Como ése es el núcleo del hogar, todo lo que hagas para restablecer su salud y fortaleza restaurará naturalmente lo que esté roto entre las demás relaciones. Si aún no tienes hijos, esto creará un nido confortable para que empiecen bien la vida. Si tienes hijos, los cambios que hagas en tu matrimonio afectarán al resto del hogar más rápida y dramáticamente de lo que crees.