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No creáis en nada, oh monjes, sólo porque os lo hayan dicho, o porque se crea comúnmente, o porque sea tradicional o porque vosotros mismos lo hayáis imaginado. No creáis lo que os diga vuestro maestro sólo por respeto a él. Pero todo lo que, después del debido examen y análisis, encontréis que conduce al bien, al beneficio, al bienestar de todos los seres - esa doctrina creed y aferraos a ella y tomadla como vuestra guía.