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No hago otra cosa que ir persuadiéndoos a todos, viejos y jóvenes por igual, que no os preocupéis de vuestras personas ni de vuestras propiedades, sino y principalmente que os preocupéis de la mayor mejora del alma.
No hago otra cosa que ir persuadiéndoos a todos, viejos y jóvenes por igual, que no os preocupéis de vuestras personas ni de vuestras propiedades, sino y principalmente que os preocupéis de la mayor mejora del alma.