Autores:
  • Nunca tenga nada que ver con lo que le gusta y lo que no le gusta. La ausencia de lo que a uno le gusta es dolorosa, como lo es la presencia de lo que a uno le disgusta. Por lo tanto, no te aficiones a nada. Perder lo que a uno le gusta es duro, pero no hay ataduras para aquellos que no tienen gustos ni disgustos. De la preferencia surge la tristeza, de la preferencia surge el miedo, pero quien se libera de la preferencia no tiene tristeza y ciertamente no tiene miedo.