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  • Sin embargo, la tierra es milagrosa. Es donde los muertos vuelven a la vida. Aquí, en la delgada frontera terrosa entre la roca inanimada y la alfombra verde del planeta, los minerales sin vida se desprenden de las piedras o se descomponen a partir de restos orgánicos. Las plantas y los animales microscópicos se comen estas partículas muertas y las transforman en materia viva. En el suelo, la materia vuelve a cruzar la frontera entre lo vivo y lo muerto; y, como hemos visto, en las fronteras -los bordes- es donde se producen los acontecimientos más interesantes e importantes.