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El final de una relación no siempre es un fracaso. A veces todo el amor del mundo no basta para salvar algo. En estos casos, no se trata de una cuestión de culpa por parte de ninguna de las dos personas. Hay cosas que no pueden ser, así de simple.
El final de una relación no siempre es un fracaso. A veces todo el amor del mundo no basta para salvar algo. En estos casos, no se trata de una cuestión de culpa por parte de ninguna de las dos personas. Hay cosas que no pueden ser, así de simple.