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Al final, los agresores siempre se destruyen a sí mismos, dejando paso a otros que saben cooperar y llevarse bien. La vida es mucho menos una lucha competitiva por la supervivencia que un triunfo de la cooperación y la creatividad.
Al final, los agresores siempre se destruyen a sí mismos, dejando paso a otros que saben cooperar y llevarse bien. La vida es mucho menos una lucha competitiva por la supervivencia que un triunfo de la cooperación y la creatividad.