-
Una delgada línea entre los que nos odian y los que nos quieren.
Una línea más delgada de la libertad y los jueces asquerosos,
en las calles donde los negros serpientes guardan rencor.
Una delgada línea entre los que nos odian y los que nos quieren.
Una línea más delgada de la libertad y los jueces asquerosos,
en las calles donde los negros serpientes guardan rencor.