No buscamos la unanimidad de quienes reducen todas las cuestiones al mínimo común denominador, ni de quienes ocultan sus diferencias tras sonrisas fijas, ni de quienes miden la unidad según criterios de popularidad y afecto, en lugar de confianza y respeto. Somos aliados. Esto es una asociación, no un imperio. Estamos obligados a tener diferencias y decepciones, y estamos igualmente obligados a sacarlas a la luz, a resolverlas cuando puedan resolverse y a respetar las opiniones de los demás cuando no puedan resolverse.