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¿Quién puede confundir los grandes pensamientos? Se apoderan de la mente; la detienen y la buscan, Y la sacuden; inclinan el alma alta como por el viento; Se precipitan sobre ella como las cañas de un río.
¿Quién puede confundir los grandes pensamientos? Se apoderan de la mente; la detienen y la buscan, Y la sacuden; inclinan el alma alta como por el viento; Se precipitan sobre ella como las cañas de un río.