-
Cuando el ser humano se ha sentido fascinado por la contemplación de su propio corazón, el patrón biológico más intrincado de la mujer se ha convertido en modelo para el artista, el místico y el santo. Cuando la humanidad se vuelve en cambio hacia lo que se puede hacer, alterar, construir, inventar, en el mundo exterior, todas las propiedades naturales de los hombres, los animales o los metales se convierten en desventajas que hay que alterar en lugar de pistas que hay que seguir.