Durante mucho tiempo tuve la impresión de que FDR había desarrollado muchos pensamientos e ideas que eran suyos para beneficiar a este país, Estados Unidos. Pero no fue así. La mayoría de sus pensamientos, su munición política, por así decirlo, fueron cuidadosamente fabricados para él de antemano por el Consejo de Relaciones Exteriores - el grupo One World Money. Brillantemente, con gran gusto, como una fina pieza de artillería, hizo explotar esa "munición" preparada en medio de un blanco desprevenido, el pueblo estadounidense, y así pagó y devolvió su apoyo político internacionalista.