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El futuro de las naciones no puede congelarse. . . no puede preverse. Si queremos lograr algo en nuestro tiempo, debemos abordar nuestro problema sabiendo que no hay nada rígido ni inmutable en los asuntos humanos. La historia es una historia de crecimiento, decadencia y cambio. Si no se toman medidas, si no se permite el cambio por medios pacíficos, éste llegará de todos modos, y con violencia.