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  • Luego llegó el "gadgeteer", también conocido como el comerciante de artículos deportivos. Ha cubierto al hombre de campo americano con una infinidad de artilugios, todos ellos ofrecidos como ayudas a la autosuficiencia, la resistencia, la artesanía de la madera o la puntería, pero que con demasiada frecuencia funcionan como sustitutos. Los artilugios llenan los bolsillos, cuelgan del cuello y del cinturón. El exceso llena el maletero del coche y también el remolque. Cada elemento del equipo para actividades al aire libre es más ligero y a menudo mejor, pero el peso total se convierte en tonelaje.

    Aldo Leopold (1989). “A Sand County Almanac, and Sketches Here and There”, p.180, Oxford University Press, USA