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La satisfacción suprema es poder despreciar al prójimo y este hecho explica en gran medida la intolerancia religiosa. Evidentemente, es consolador pensar que la gente de al lado se dirige al infierno.
La satisfacción suprema es poder despreciar al prójimo y este hecho explica en gran medida la intolerancia religiosa. Evidentemente, es consolador pensar que la gente de al lado se dirige al infierno.