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Creo que cuando eres adulto te empiezan a gustar las mismas cosas que te hacen diferente. Si te obsesionas con algún defecto, lo haces evidente para todo el mundo y, de repente, todo el mundo se fija precisamente en ese defecto. Siempre es así. Cuanto más ocultas algo, más se nota. Pero cuando aceptas tu defecto, de repente ya nadie en la tierra lo ve.