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Porque basta que un hombre se dé la vuelta una vez con los ojos cerrados en este mundo para perderse... Hasta que no nos perdemos no empezamos a encontrarnos a nosotros mismos.
Porque basta que un hombre se dé la vuelta una vez con los ojos cerrados en este mundo para perderse... Hasta que no nos perdemos no empezamos a encontrarnos a nosotros mismos.