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No hay Dios, claman las masas cada vez más a gritos; y con la pérdida de Dios el hombre pierde su sentido de los valores - es, por así decirlo, masacrado porque se siente sin importancia.
No hay Dios, claman las masas cada vez más a gritos; y con la pérdida de Dios el hombre pierde su sentido de los valores - es, por así decirlo, masacrado porque se siente sin importancia.