-
El hombre y el fascismo no pueden coexistir. Si el fascismo vence, el hombre dejará de existir y sólo quedarán criaturas semejantes al hombre que han sufrido una transformación interna. Pero si vence el hombre, el hombre dotado de razón y bondad, entonces el fascismo deberá perecer, y los que se han sometido a él volverán a ser personas.