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¡No digas eso! ¡Qué pocos son los romanos y qué numerosos somos nosotros! La fuerza de un ejército no reside en el número de hombres sino en la ayuda de Alá, y su debilidad reside en ser abandonado por Alá...
¡No digas eso! ¡Qué pocos son los romanos y qué numerosos somos nosotros! La fuerza de un ejército no reside en el número de hombres sino en la ayuda de Alá, y su debilidad reside en ser abandonado por Alá...