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Hoy podrías tener una experiencia con el don del Espíritu Santo. Podrías comenzar una oración privada dando gracias. Podrías empezar a contar tus bendiciones, y luego hacer una pausa por un momento. Si ejercitas la fe, y con el don del Espíritu Santo, descubrirás que los recuerdos de otras bendiciones inundarán tu mente. Si comienzas a expresar gratitud por cada una de ellas, tu oración puede tardar un poco más de lo habitual. El recuerdo vendrá. Y también la gratitud.