-
Si seguimos a ese Hombre de Galilea -el Señor Jesucristo-, nuestra influencia personal se dejará sentir para bien dondequiera que estemos, sea cual sea nuestra vocación.
Si seguimos a ese Hombre de Galilea -el Señor Jesucristo-, nuestra influencia personal se dejará sentir para bien dondequiera que estemos, sea cual sea nuestra vocación.