-
¡No te preocupes! Los bienes terrenales engañan al corazón humano haciéndole creer que le dan seguridad y lo liberan de las preocupaciones. Pero, en realidad, son los que causan la ansiedad. El corazón que se aferra a los bienes recibe con ellos la carga asfixiante de la preocupación. La preocupación acumula tesoros, y los tesoros producen más preocupaciones. Deseamos asegurar nuestras vidas con bienes terrenales; queremos que nuestra preocupación nos libere de preocupaciones, pero la verdad es lo contrario. Las cadenas que nos atan a los bienes terrenales, las garras que sujetan los bienes, son en sí mismas preocupaciones.