Cuando empecé a escribir Cuentos de la ciudad estaba a un año de ser una enfermedad mental. No fue hasta 1975 cuando la Asociación Americana de Psiquiatría sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales - y en muchos estados, incluido el estado de Carolina del Norte donde crecí, la homosexualidad era un delito. Un delito que se podía detener. Todavía lo es en muchas partes del mundo.