-
La música y las artes alimentan nuestras almas, pero un salario decente pone comida en la mesa. Los músicos, los aficionados a la música y las organizaciones políticas de base son una fuerza potente para luchar por la justicia social.
La música y las artes alimentan nuestras almas, pero un salario decente pone comida en la mesa. Los músicos, los aficionados a la música y las organizaciones políticas de base son una fuerza potente para luchar por la justicia social.