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Si tenemos certeza total, nos aburrimos como una ostra. Así que Dios, en su infinita sabiduría, nos dio una segunda necesidad humana, que es la incertidumbre. Necesitamos variedad. Necesitamos sorpresa.
Si tenemos certeza total, nos aburrimos como una ostra. Así que Dios, en su infinita sabiduría, nos dio una segunda necesidad humana, que es la incertidumbre. Necesitamos variedad. Necesitamos sorpresa.