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  • Cuando Satanás no puede meter un gran pecado, deja entrar uno pequeño, como el ladrón que va y encuentra las contraventanas cubiertas de hierro y cerradas por dentro. Por fin ve una ventanita en una cámara. Como no puede entrar, mete a un niño para que dé la vuelta y abra la puerta de atrás. Así que el diablo siempre tiene sus pequeños pecados para llevar con él para ir y abrir las puertas traseras para él, y dejamos entrar a uno y decimos: "Oh, es sólo un pequeño". Sí, ¡pero cómo ese pequeño se convierte en la ruina de todo el hombre!