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Tuve la suerte o la desgracia de aprender a leer con fluidez a partir de los tres años. Así que cuando llegué a 1º de primaria ya había leído unos 150 libros. Y ya sabía que los profesores me mentían.
Tuve la suerte o la desgracia de aprender a leer con fluidez a partir de los tres años. Así que cuando llegué a 1º de primaria ya había leído unos 150 libros. Y ya sabía que los profesores me mentían.