Rezo al Creador del mundo, al Rey del universo, al Dios todopoderoso, omnisciente y fiel. Rezo al Dios que hizo las montañas y que puede moverlas si es necesario. Rezo al Dios que siempre me ha sido fiel, que nunca me ha defraudado por muy asustado que estuviera o por muy difícil que pareciera la situación. Estoy rezando a un Dios que quiere dar fruto a través de mí, y voy a confiar en que me va a utilizar esta noche. No por quién soy yo, sino por quién es Él. Él es fiel.