Autores:
  • Poco a poco, los físicos empezaron a darse cuenta de que la naturaleza, a nivel atómico, no aparece como un universo mecánico compuesto de bloques de construcción fundamentales, sino más bien como una red de relaciones y que, en última instancia, no hay partes en absoluto en esta red interconectada. Lo que llamamos parte no es más que un patrón que posee cierta estabilidad y, por tanto, capta nuestra atención.