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El mundo que ves es sólo una película en tu mente.
Las rocas no lo ven.
Bendice y siéntate.
Perdona y olvida.
Practica la amabilidad todo el día con todo el mundo
y te darás cuenta de que ya estás
en el cielo ahora.
Esa es la historia.
Ese es el mensaje.
Nadie lo entiende,
nadie escucha, están
todos corriendo como pollos con las cabezas cortadas
con la cabeza cortada. Intentaré enseñarlo pero será
será en vano, por eso acabaré
acabaré en una choza
rezando y siendo
fresco y cantando
junto a mi estufa de leña
haciendo tortitas.