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He observado el río y el mar durante toda una vida. He visto cómo los ríos arrancaban la tierra de las raíces de los árboles hasta que los gigantes se venían abajo. He visto cómo las costas se deslizaban y perecían, cómo los canales se enarenaban y cambiaban; cómo lo que era playa se convertía en pantano y cómo un promontorio caía al mar. Una isla se ha erosionado con silencioso dolor desde mi niñez, y los arrecifes se han convertido en islas. Sin embargo, los ancianos solían decir: "La gente pasa, pero la tierra no. Permanece para siempre. Tal vez sea así. La tierra cambia. La tierra continúa. El mar cambia. El mar permanece.