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  • Al dominar ambos aspectos de nuestro ser recordamos no sólo cómo pensar, sino qué pensar. Lo que tengo claro ahora es que la mente es una herramienta, un mecanismo, y el alma proporciona el combustible para esa máquina. Cuanto menos combustible utilice, más ineficiente funcionará el motor. Por otro lado, si tu alma llena tu mente de energía espiritual, estarás Lleno de Mente - y el funcionamiento de este motor puede producir milagros.