Tal vez no se pueda, es más, no se deba, comprender lo que ocurrió, porque comprender [el Holocausto] es casi justificar... ningún ser humano normal podrá jamás identificarse con Hitler, Himmler, Goebbels, Eichmann y un sinfín de otros. Esto nos consterna, y al mismo tiempo nos da una sensación de alivio, porque tal vez sea deseable que sus palabras (y también, por desgracia, sus actos) no puedan ser comprensibles para nosotros. Son palabras y hechos no humanos, realmente contrahumanos.