-
Yo había sido una niña durante los años sesenta, cuando las mujeres quemaban sus sujetadores y cientos de miles se reunían en protestas contra la guerra de Vietnam. Como escaladora, me he sentido conectada a una cultura inconformista similar, opuesta al creciente materialismo, contaminación y corrupción de la sociedad. Nuestro enfoque de la roca -escalada limpia y tradicional, con la menor dependencia posible del equipo- era una extensión de este punto de vista ético.