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Sólo podemos escapar de lo cotidiano manipulándolo, controlándolo, introduciéndolo en nuestros sueños o entregándolo al libre juego de nuestra subjetividad.
Sólo podemos escapar de lo cotidiano manipulándolo, controlándolo, introduciéndolo en nuestros sueños o entregándolo al libre juego de nuestra subjetividad.