-
Para los que viven de la tierra siempre tienen que venir tiempos de penuria, de miedo y de hambre, aunque haya años de abundancia. Esta es una de las verdades de nuestra existencia, como saben los que viven de la tierra: que a veces comemos y a veces morimos de hambre. Vivimos de nuestro trabajo de una cosecha a otra, no se sabe con certeza si podremos alimentarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos, y si los malos tiempos se prolongan sabemos que debemos ver a los débiles entregar sus vidas y este hecho, también, está dentro de nuestra experiencia. En nuestras vidas no hay margen para la desgracia.